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El pasado 11 de abril en el SUM del Instituto Gioja tuvo lugar la presentación del libro Hora de Balance: Proceso de Acumulación, Mercado de Trabajo y Bienestar. Argentina 2002-2014 publicado por la Editorial Universitaria EUDEBA y coordinado por Javier Lindenboim (CONICET-UBA) y Agustín Salvia (CONICET-UBA). El encuentro fue organizado por el Grupo de Trabajo Interdisciplinario Derechos Sociales y Políticas Públicas (DSPP).
La introducción estuvo a cargo de Gustavo Gamallo. “La idea es que propongamos un espacio de debate y reflexión sobre cuestiones que tienen que ver con problemas públicos, problemas de interés colectivo y producto de resultados de investigaciones y trabajos académicos de colegas”, resaltó. Respecto del libro, aseguró de que se trata de una obra compleja y extensa.
A continuación, Javier Lindenboim explicó que el libro fue escrito durante 2014, fue concluido a comienzos de 2015 y “el tiempo de producción editorial fue más prolongado del que nos hubiera gustado”. Así, señaló que su presentación se fue demorando teniendo en cuenta que apareció en septiembre “lo cual hizo que se implicara, no necesariamente del mejor modo, en la disputa política del momento, sea que el lector lo considerara como un balance A o B, estaba metido en el debate electoral y decidimos posponer eso”. Relató, asimismo, que los autores son los integrantes de dos grupos de investigación de la Universidad. Ulteriormente, Lindenboim remarcó que esto se realizó en la Argentina de los 2000, es decir, “con un grave problema de información estadística, pero esto es parte de la cuestión”. Compartió que el libro, además de la presentación y la conclusión, posee tres partes. La primera reconoce un predominio el soporte propiamente económico de este conjunto. La segunda parte fue definida como ´”Heterogeneidad estructural, segmentación y precariedad laboral” y la siguiente “Estructura de clase, movilidad social y fuentes de bienestar”. Nombres que sugieren, según el orador, matices, enfoques y énfasis diferentes. “En este esfuerzo colectivo agregamos un elemento virtuoso, que es que han confluido varios aportes constituidos por o provenientes de tesis doctorales de algunos de sus integrantes”, remarcó. Hacia el final de su exposición, el orador estimó que se pueden sintetizar los hallazgos del libro diciendo que “ni está década es un todo homogéneo ni constituye un contraste estructural con la precedente. Una frase con la que se puede discutir o se puede discutir con el que la dice”.
A su turno, Agustín Salvia subrayó que la obra se construyó en un momento histórico particular. “Las ciencias sociales no pueden escapar al debate político-ideológico del tiempo en donde se producen o trabajan. De alguna manera, esta obra es resultado del tiempo político-ideológico y de esos debates”, expresó. Añadió que una particularidad que tienen los equipos que forman esta obra es que “estábamos ubicados en esos debates y no había homogeneidad. Como ciudadanos participábamos de esos debates con la plena libertad que nos da ser ciudadanos de este país, pero como académicos nos enfrentábamos a un desafío teórico-metodológico complicado, escaparle a una representación ingenua de la realidad y construir evidencias más sólidas acerca de cuáles eran las características de los procesos que estaban ocurriendo, ya sea para reconocerlos o criticarlos”. En este marco, adicionó que no estaba ausente del espíritu de los sujetos sociales que hacían la investigación la idea y las ganas de decir “con esto muestro como las cosas están mejorando o con esto muestro que persisten condiciones estructurales que no permiten hablar de un cambio cualitativo”. Esta tensión estaba al interior de cada uno de los investigadores y al interior de los equipos. “Valoro el ejercicio metodológico y académico que se hizo, ese esfuerzo de objetivación, no necesariamente logrado con alta excelencia, pero con un importante esfuerzo hacia objetivar los fenómenos que ocurrían en la realidad política, económica y social argentina con el fin de ofrecer evidencias ciertas para un debate más profundo de lo que estaba ocurriendo”, remarcó. Salvia manifestó que en la obra no hay manifiestamente una connotación ideológica y una orientación político-ideológica que apunte a la crítica o a la legitimación. “Esto no quiere decir que no esté presente la teoría y la ideología en los investigadores, pero no van a ver las cifras traducidas en términos de una orientación político-ideológica”, indicó. Recordó que este mismo ejercicio, siendo este el valor del trabajo mirado en el tiempo, “lo hicimos en la década del ’90, en distintos momentos de esta década nos enfrentamos a un debate entre relatos político-ideológicos muy fuertes”. De esta manera, resaltó que el espíritu de la obra es una sospecha crítica sobre ciertos discursos hegemónicos.
“Valoro el ejercicio metodológico y académico que se hizo, ese esfuerzo de objetivación, no necesariamente logrado con alta excelencia, pero con un importante esfuerzo hacia objetivar los fenómenos que ocurrían en la realidad política, económica y social argentina con el fin de ofrecer evidencias ciertas para un debate más profundo de lo que estaba ocurriendo”, remarcó Agustín Salvia.